Aunque ya es cotidiano compartir todo tipo de contenidos en redes sociales y sitios web, este hábito traspasa los parámetros de ocio o diversión al límite del peligro, a tal punto de revelar información sensible como direcciones, sitios de trabajo, datos familiares.
Según John Jairo Echeverry, director de Servicios Forenses de Adalid, firma colombiana especializada en Seguridad de la Información, “esta práctica, que puede generarse por el orgullo que los padres sienten por sus hijos, expone a los niños a extorsiones y a consumidores de pornografía infantil, sin ser conscientes de ello”.
“En primer lugar, piense que las fotos públicas son 100% susceptibles de copiar, manipular y editar. Con programas de dominio público, especializados en manejo de imágenes y bajo la técnica morphing, pueden realizase montajes perfectos, creando la ilusión de transformación, herramienta práctica para convertir una imagen de un niño usando vestido de baño en fotos pornográficas”, asegura Echeverry.
No suba ningún tipo de foto de los menores de edad a las redes sociales pues las cifras no son alentadoras, en 2016 Adalid recibió 172 casos en materia de ciberdelitos contra menores, lo que representa un 15% de aumento con respecto al 2015. Si usted se empeña en realizar esta práctica, tenga en cuenta las siguientes sugerencias:
1- Piense que si quiere compartir las fotos con alguien en especial, el correo electrónico o mensajería instantánea es una forma privada de hacerlo. Snapchat o Wickr Me proporcionan mayor seguridad de hacerlo pues borran la imagen que se envió en el dispositivo destinatario.
2- Configure la privacidad de sus redes sociales, use los filtros de restricción para que no todos sus contactos puedan acceder a las fotografías. Aun siendo un perfil privado, sea muy cuidadoso y autorice el acceso a su información solamente a personas de plena confianza, no a todos sus agregados o “amigos”.
3- Lea la letra chica e infórmese acerca de las normas, las condiciones de uso y las autorizaciones automáticas que usted cede al usar dicha red y al subir todo tipo de contenido.
4- No etiquete las fotos de los niños con sus nombres propios. Estas pueden ser indexadas automáticamente por los buscadores.
5- No publique fotos en sitios que revelen la ubicación del niño. Nunca lo haga frente a su casa, frente al colegio, o a un sitio reconocido que visite frecuentemente.
6- Cuídese de tomar fotos de los menores frente a su automóvil familiar en donde se vea la placa del vehículo. Esta es una forma rápida de ubicar a los niños.
7- Al tomar fotos asegúrese que la funcionalidad GPS de su dispositivo móvil esté desactivada. Estos datos siempre van integrados de manera invisible a las imágenes y es muy simple ubicar el lugar.
8- En paseos, fiestas o reuniones esté atento de quién le toma fotos a sus hijos o sobrinos y exíjale a sus familiares que pidan autorización para publicar estas imágenes.
9- Siempre informe a su pareja cuando publique fotos de los menores, es mejor que los dos estén al tanto.
John Jairo Echeverry concluye que al subir fotos a entornos digitales, estas se convierten en material de dominio público y que para eliminarlas, la única forma es recurrir a expertos pero el proceso puede ser muy demorado y tedioso.