Por Héctor Sánchez, Vicepresidente de Ventas para Broadsoft en Latinoamérica.
A principios del nuevo milenio, los dispositivos móviles como la Palm y Blackberry resultaron revolucionarios para el mercado, pero no podían igualarse con una computadora de escritorio. No obstante, a medida que la tecnología móvil progresaba y brindaba más funcionalidades a las personas, el Smartphone, la laptop y la tablet se volvieron omnipresentes, otorgando las mismas características que una computadora de escritorio cuando se disponía de una potente señal inalámbrica. Esta alta penetración de los dispositivos y el aumento del tráfico de internet – que se predice un incremento a nivel mundial de 2,600%[1] en los próximos 4 años- están revolucionando la forma en qué trabajamos y nos comunicamos. Las páginas web han sido adaptadas, se han creado aplicaciones especializadas para móvil, los mails, mensajes SMS y redes sociales se han interrelacionado.
Actualmente, sin duda, estamos entrando en una nueva era de la informática, la post-móvil, a través del crecimiento del Internet de las Cosas (IoT en sus siglas en inglés) que nos permite estar conectados a miles de millones de dispositivos y objetos que están diseñados para interactuar entre nosotros y con nosotros. En concreto, según la organización 5G Americas y la consultora IDC, en México, el sector industrial es el que más ha apostado en IoT como nueva herramienta tecnológica para su desarrollo con una inversión de 1,358 millones de dólares en 2016, el 70% de todo lo invertido en el sector durante ese año en el país. Viviendo en un mundo post-móvil
En un mundo post-móvil, nuestra noción de la red cambiará considerando a los miles de millones de dispositivos equipados con sensores y software. Además, con tecnología inalámbrica de bajo costo, estos dispositivos pueden recopilar información, compartir datos y detectar problemas con facilidad. Actualmente, se estima que hay alrededor de 15 mil millones de dispositivos dentro del IoT, con estimaciones prediciendo que, para 2020, ese número podría llegar a 120 mil millones.
En esta era, los consumidores podrán conectarse e interactuar a través de una amplia gama de equipos, incluidos los dispositivos inteligentes móviles y de escritorio, termostatos, entre otros. Los autos, casas y las aplicaciones interconectadas nos permitirán acceder a información en cualquier dispositivo, desde cualquier lugar y a cualquier momento. Además, los wearables (dispositivos móviles inteligentes) se han convertido en una tendencia, proporcionando el registro de datos de salud y condición física. Los consumidores y proveedores médicos pueden rastrear los avances, en tiempo real, de su situación frente a enfermedades crónicas agudas y mantener estilos de vida saludables.
Una mirada hacia el futuro
Es quizás demasiado pronto para predecir dónde nos llevará el mundo post-móvil, así como una década antes era casi imposible predecir lo que sería el mundo post-PC. Sin embargo, los avances tecnológicos ofrecen algunas posibilidades:
- Realidad virtual. El uso de RV en juegos y entretenimiento ya es una realidad, pero la tecnología comenzará a verse en otras aplicaciones.
- Agrupación: Para obtener todos los canales de televisión que se desea, requiere la compra de múltiples servicios en línea de los competidores que no ofrecen las mismas opciones de canales. Eso significa complementar con servicios específicos del proveedor (por ejemplo, HBO Go o CBS All Access). La agrupación de estos servicios con las aplicaciones brindará simplicidad.
- El Internet de las apps: El IoT pronto dará a las marcas la capacidad de personalizar nuestras experiencias como nunca antes. Revisar la cartelera de películas en tu teléfono y, por ejemplo, poder ver avances y anuncios en el feed de Facebook o Twitter.
[1] Forrester Research