Para muchos “pre-milenials” y “baby boomers” la serie del hombre biónico protagonizada por Steve Meyers fue sin duda algo que marcó una época. Era el hombre que podía correr a velocidades increíbles, levantaba el peso más grande que un ser humano podía soportar, tenía un ojo que le permitía magnificar a la distancia los objetos y cosas así. Todo esto gracias a brazos, piernas y ojos biónicos monitoreados por sensores y que a su vez manipulaban todo el organismo.
En el marco de la sexta conferencia anual de seguridad organizada por Kaspersky Lab, todo el mito del hombre biónico empezó a tomar forma humana. Si, un ser humano llamado Eugene Cheresnev “Che”, es uno de los primeros “cyborgs” que tienen dentro de su cuerpo un cihp que permite hacer algunas tareas y monitorear otras.
El proyecto en el que “Che’ está involucrado tiene varias finalidades, pero principalmente recabar información acerca de sensores y chips que pueden colocarse en el cuerpo humano sin perjudicar su funcionamiento.
“Che” decidió involucrarse en este proyecto con el fin de investigar más a fondo el impacto de un biosensor en el organismo humano. Para ello decidió colocarse uno dentro del suyo en la mano. La operación fue sencilla pero el gran reto es tratar de que no se viera perjudicado por nada ni que limitara sus movimientos. ¿Por qué la mano? Estratégicamente fue elegida para poder realizar actividades del dia a dia y llevarlas a cabo como se realizan actualmente con dispositivos externos.
Por ejemplo, en lugar de utilizar un carnet de ingreso a la oficina, solamente coloca su mano en un lector y automáticamente registra quién es y si tiene acceso. Lo mismo para utilizar como herramienta de pago. La idea es pagar en cualquier tienda sin tener que utilizar dinero o tarjetas o el mismo teléfono. Con solo el movimiento de la mano es posible hacer los pagos y de manera segura pues la idea es que clonar la información es más complicada.
Kaspersky Lab decidió involucrarse en este proyecto con el fin de buscar alternativas a la seguridad. La idea de que el ser humano pueda utilizar lo que lo hace único, su organismo, para poder llevar a cabo las tareas diarias sin afectar la seguridad, es una apuesta muy interesante. Claro está que para pagar cuentas habría que cortar una parte del cuerpo humano para robar la identidad. Eso no suena muy atractivo como usuario, pero las aplicaciones que un proyecto como este tiene o tendrán en el futuro, abre una gran puerta de posibilidades que aún son inimaginables. Según “Che” ni ellos saben hacia donde irá, solo sueñan en lo que pueden alcanzar.
Él mismo nos indica que uno de los campos que más interés han mostrado por este proyecto es el de la medicina. Conversamos acerca de posibilidades que se abren en este campo y es sin duda por donde se empieza. Si un diabético logra predecir en base a señales del cuerpo que va a tener un ataque, es posible actuar de manera preventiva y no apagar un incendio. Lo mismo un ataque cardiaco y otras enfermedades que son causa de fallecimiento todos los días.
Si tiene incorporado un GPS las aplicaciones se multiplican aún más. En el caso de pacientes con Alzheimer, es mucho más sencillo de ubicarlos cuando se pierden. Otra de las aplicaciones en que este proyecto espera salir adelante es en situaciones como un terremoto, lo que permitirá ubicar a personas que se encuentren soterradas o en lugares inóspitos. En fin hay mucho para donde soñar señaló el “Ciborg”.
La parte más difícil, y que aún no ha tenido que enfrentar pero próximamente sí, es el cambio o actualización del chip. Por supuesto que todo mundo querrá tener lo más actual para sacarle mejor provecho. Para ello están conduciendo la investigación de cómo colocar un chip dentro del cuerpo que se pueda actualizar de manera segura sin tener que removerlo cada vez que se quiere actualizar. Buscar la manera menos invasiva para lograrlo y así poder masificarlo.
De acuerdo con “Che”, hay muchas compañías privadas que podrían beneficiarse de esto y trasladar este beneficio a sus clientes. Salud es uno de ellos. Una compañía de seguros puede monitorear a sus clientes y predecir lo que puede suceder. Con esto pueden tomar acciones concretas antes de que se de el episodio. Por ejemplo un ataque cardiaco.
“Che” es un fuerte defensor de la privacidad de la información y de quién debe ser el dueño de ella. Comentó que el usuario debe de ser el único que tenga acceso a ella y sea él quien autorice o no a un tercero a usarla. Por ello, no se siente cómodo compartiendo datos con nadie. Parte de su misión en conjunto con Kaspersky Lab será encriptar apropiadamente todo lo que se transmite para que nadie pueda apoderarse de ello y sacarle ventaja.
Sin lugar a dudas ha sido una experiencia muy buena para él y quiere continuar con el proyecto. “Hay muchos retos que aún no tenemos idea de que existan pero poco a poco se han ido enfrentado”, señaló. Esto es solo el principio de algo que puede ser muy bueno si se utiliza de la manera correcta y segura. “Che” es un “ciborg” que solamente hemos visto en series de ciencia ficción, pero cada vez vamos acercándonos más a lo que Hollywood nos mostraba hace más de 20 años.