Por: Sergio Romero, ingeniero de soluciones en Rackspace Latam
Por lo general, 30 minutos es el estándar de tiempo para completar el proceso de pedir una pizza por teléfono –o internet– y recibirla en casa, lista para comer. Media hora es también el tiempo que muchos invierten en ir por café, platicar vía Whatsapp, fumar, hablar por teléfono o ejercitarse. Treinta minutos también es lo que se necesita para implementar un servidor extra en Rackspace, de hecho, puede ser menos.
Imaginemos que una empresa prepara una gran campaña publicitaria para incrementar las ventas de su tienda en línea en temporada navideña. Todos hicieron su trabajo y los anuncios están a punto de salir a la calle, en internet y televisión para hacer que esos clics lleguen a su sitio. Entonces, el doble de visitantes llega al sitio. “¡Qué buena campaña!”, sería lo que todos pensarían de no ser porque su tienda en línea quedó completamente rebasada. Los clientes se van y tienen que actuar pronto. Tradicionalmente, para el departamento de TI echar a andar un nuevo servidor físico exige de varias semanas, y para cuando está en funcionamiento, todas las ventas se habrán perdido y únicamente quedará un servidor brinando capacidades que en realidad ya no se necesitan.
Sin temor a los picos de tráfico
Sabemos que para implementar un modelo de nube apropiado es primordial colocar las aplicaciones adecuadas, pero, ¿qué pasa cuando se necesitan tanto servidores dedicados como nube pública? Esto permite a las compañías montar servidores dedicados para cargas constantes y de alto desempeño (similar a tener una casa propia), y rentar la nube pública para cargas temporales (como solo pagar las noches de hotel que se requieran).
¿Se pueden rentar casas completas solo unos días? La respuesta es Sí. Por ejemplo, compañías que requieren tareas esporádicas y de alto desempeño – como producción de películas, procesamiento de grandes cantidades de información, bases de datos, servidores web o aplicaciones que reciben mucho tráfico de manera temporal – aprovechan estas capacidades muy fácilmente.
Cuando termina la temporada alta y el flujo de visitantes vuelve a la normalidad, se deja de pagar la infraestructura que ya no es necesaria con el objetivo de que la corporación pueda concentrarse en la siguiente campaña. Así de simple.
¿Alguna vez te has preguntado cuánto inviertes en mantener tu ambiente de TI?, este sencillo test te ayudará a saberlo y valorar si es momento de pensar en una migración.