Por: Marcos Razón, Gerente y Director General, HP Inc. América Latina
Cuando el Foro Económico Mundial informó que el valor de la transformación digital podría superar los 100 billones de dólares para 2025, sabíamos que no sucedería sin innovadores audaces que estuvieran dispuestos a superar fronteras y tomar riesgos; nadie está mejor posicionado que la industria de manufactura.
La tecnología de impresión 3D había estado relegada a prototipos y proyectos de aficionados. Ahora, con la llegada de los sistemas recientes ofreciendo 10 veces el rendimiento a la mitad del costo, la capacidad de tener un impacto escalable en una amplia gama de demandas de empresas, gobiernos, e individuos —soluciones sostenibles, productos personalizados, y cadenas de suministro estratégicas— es innegable.
Hay un enorme impulso a medida que más fabricantes adoptan la impresión 3D para entregar productos que antes eran inverosímiles o imposibles. Tejido humano, prótesis e implantes específicos, piezas automotrices, zapatos personalizados, casas artificiales, drones, robots y más en el futuro.
Pero, necesitamos desbloquear este mercado de varias maneras clave.
De la creación de prototipos a la producción
Estamos en la cúspide de la 4ta Revolución Industrial. Se espera que este cambio de paradigma mueva por completo la industria manufacturera global, misma que representa 12 billones de dólares creando 133 millones de nuevos roles en el proceso.
La industria de impresión 3D debe identificar oportunidades, crear herramientas de diseño nuevas y poderosas, invertir en materiales especializados, y cerrar la brecha de habilidades humanas necesarias.
Esta última necesidad es quizá la más apremiante y lo que podría estimular un progreso significativo en 2020. Simplemente no hay suficientes trabajadores calificados listos para llenar los puestos de trabajo que nuestra industria está creando. Resolver ese problema requiere colaboración de toda la industria, la academia, y el gobierno. Además, requerirá voluntad de pensar fuera de la caja.
Educación
Los colegios y universidades son jugadores críticos en el futuro de la impresión 3D. En la actualidad, hay espacio para ampliar esas ofertas con el fin de equipar mejor a los innovadores de la próxima generación. No hay suficientes programas que proporcionen currículos completos que familiaricen a los estudiantes con las numerosas disciplinas sugeridas por esta tecnología, incluyendo la cadena de suministro, la ingeniería industrial, el diseño, la ciencia de los materiales, y la fabricación.
Para preparar a los estudiantes para las carreras del mañana, muchas de las cuales utilizarán la tecnología 3D, las universidades deben comenzar a adaptar programas más allá de las inversiones en maquinaria y fomentar la próxima ola de innovación.
Nuevos materiales y procesos de diseño
Para que la impresión 3D pase realmente de la creación de prototipos a la producción, también requiere ampliar su paleta de materiales y reducir costos. Los proveedores necesitan un ecosistema abierto que trabaje en conjunto para imaginar y entregar la próxima generación de polvos de polímeros de bajo costo y alto rendimiento. Materiales con fuentes de suministro existentes construidas para la fabricación analógica se pueden adaptar para la impresión 3D y ampliarse; algunos enfoques de la impresión 3D también hacen factible crear nuevos materiales digitales. Este es realmente el amanecer de una nueva era en la ciencia de materiales.
Hay una oportunidad significativa para que las empresas emprendedoras suban a bordo y se beneficien en esta área. Se espera que el mercado de materiales de impresión 3D incremente a casi $6 mil millones para 2026, según un estudio reciente de Reports and Data. Algunas empresas están facilitando que los nuevos innovadores de suministros se involucren. HP, por ejemplo, tiene un laboratorio de materiales y aplicaciones de plataforma abierta en Corvallis, Oregón, donde aliados han estado desarrollando, probando, certificando, y entregando nuevos materiales de manera activa.
También existe la oportunidad de ayudar a preparar la siguiente ola de procesos de diseño de impresión 3D de vanguardia. En 2019, HP abrió las puertas a un nuevo Centro de Excelencia de Impresión 3D y Fabricación Digital en Barcelona, España. Se espera que la instalación una a cientos de expertos en impresión 3D y fabricación digital que se centrarán en optimizar e integrar los procesos de producción.
Es evidente que el impulso y los medios están para que la impresión 3D pase al siguiente nivel como una herramienta de producción seria. Pero hacerlo requerirá más que solo palabras. Los líderes de negocios, la academia, y el mundo científico tendrán que honrar su promesa, empezar a pensar de manera diferente, estar dispuestos a tomar algunos riesgos, y aprovechar oportunidades a medida que surgen.