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Don Eugene Graham, Presidente de uno de los Diarios más representativos de la sociedad norteamericana, el cual es recordado por haber provocado la salida del Presidente Nixon al publicar en sus páginas el escándalo del Watergate; pierde su batalla contra la crisis en que está sumergida la prensa escrita y pone en manos del creador de Amazon un patrimonio familiar heredado por su abuelo desde el año 1933.
Según la Sociedad Americana de Prensa Escrita, entre los años 2007 y 2012 las ganancias de los periódicos se redujeron en un 55%. El Washington Post pasó de vender 769.000 ejemplares ($109 millones) a 472.000 ($53.7 millones); caída libre que viene afectando los medios impresos por cuenta del surgimiento de múltiples medios electrónicos online que de manera gratuita y en actualidad constante están redireccionando el mundo de la información.
La celebración de esta histórica negociación, no surge de la nada. El ex Presidente del Post, Don Graham consciente del protagonismo de la internet en el desarrollo en el mundo informativo, desde hace varios años lleva estableciendo muy buenas relaciones con los genios de Silicon Valley, a tal punto que ha sido consultor cercano de Mark Zuckerberg, así como también ha apoyado a Amazon en gestiones administrativas como la contratación de Vijay Ravindran, quien trabajó para el periódico y posteriormente, por recomendación llegó a ser Director de Tecnologías en Amazon.
Si bien es cierto que Jeff Bezos es un hombre de negocios y no un mago, su experiencia como creador de Amazon, puede ser de gran valor para el desarrollo de una estrategia digital que conduzca el Washington Post hacia la redacción de una nueva era, expresó Don Graham. Y es que la influencia Amazon, empezó a tener pronto efecto, no sólo captó los titulares de los medios en todo el planeta, sino que a horas del anuncio las acciones del periódico ya habían ganado 5% en el mercado bursátil.
Con la firma del visionario Amazon, la familia periodística del Washington Post siente finalmente alivio tras 7 años de pérdidas económicas consecutivas, luchando por mantener sus titulares y moviendo las fichas del ajedrez en la industria de la prensa escrita que va en picada a nivel mundial y que el posicionamiento de las nuevas tecnologías ha puesto en jaque para que desaparezca o se reinvente, especialmente, si quiere ir a la conquista de las nuevas generaciones de lectores que quizás nunca han leído un periódico de papel.
