Hoy en día la gran mayoría de hogares en grandes y pequeñas ciudades cuentan con un servicio de conexión a Internet, que puede llegar mediante diferentes vías. Cuando contratas un plan de Internet, el proveedor de la red te ofrece una velocidad de carga y descarga específica que se mide en megabits por segundo (Mbps).
Actualmente, las telcos ofrecen contratos con velocidades altas, que prometen una conexión potente para la que no supondrá ningún problema realizar acciones como descargar archivos grandes, ver videos en streaming en 4K o realizar videollamadas. No obstante, la velocidad de Internet contratada, en muchas ocasiones, no es representativa de la calidad de la conexión, que se mide por la eficiencia y estabilidad de la red. Esto se debe a varios factores en los que los equipos utilizados tienen un peso fundamental.
Como fabricante de equipo de red de última generación, TP-Link ha identificado algunas características que hacen que la velocidad contratada no sea la misma que se tiene en casa. Por ejemplo, pese a que un usuario tenga contratado la máxima velocidad que le ofrece su ISP, si el router instalado no cuenta con las últimas tecnologías o es de baja calidad, la conexión se verá notablemente afectada.
Por otro lado, se encuentra la cobertura de la red. La mayoría de la población se decanta por el uso de la conexión inalámbrica debido a su comodidad, aunque el Wi-Fi tiene asociadas ciertas características que pueden repercutir en la calidad de la conexión, como pueden ser las interferencias de otros dispositivos electrónicos del hogar como microondas o teléfonos inalámbricos. Además, la señal Wi-Fi se puede debilitar al traspasar paredes o techos. Esto afecta a la calidad de la conexión, haciendo que los usuarios no puedan aprovechar al 100% la velocidad contratada.
Los proveedores de servicios de internet (ISP) deben tener en mente estas situaciones al realizar nuevas instalaciones de red en los domicilios para que los usuarios puedan sacar el máximo rendimiento a la velocidad de Internet contratada, obteniendo la mejor calidad de conexión. TP-Link muestra las tecnologías que están despuntando como las mejores alternativas para ofrecer una infraestructura de red estable.
Tecnología Wi-Fi Mesh para no tener puntos muertos
Por tanto, la mejor solución que pueden ofrecer las telcos para que los usuarios puedan hacer uso de la totalidad de la velocidad contratada, sin problemas de cobertura o estabilidad, es el Wi-Fi Mesh. Con este sistema, varios equipos de red o nodos se interconectan entre sí para formar una única red de gran cobertura y sin cortes en toda la casa. Pero estos nodos tienen que estar ubicados de manera que no pierdan señal. Es decir, que sea una carretera recta y sin interferencias para aprovechar al máximo la velocidad.
A diferencia de los extensores tradicionales que simplemente amplían la señal, los puntos de acceso Wi-Fi Mesh usan una comunicación entre nodos que crean una red potente y segura capaz de cubrir grandes áreas con una conexión estable. Esto se debe a que los dispositivos como móviles o portátiles se conectan automáticamente al nodo con la señal más fuerte.
Es importante que la solución WiFI Mesh cuente con la tecnología más avanzada del mercado, que haga uso de las tecnologías EasyMesh y por lo menos Wi-Fi 6, revolucionando la forma en que los hogares se conectan a internet proporcionando una verdadera cobertura sin cortes con un rendimiento extraordinario en todos los rincones de la casa. Hoy en día hay equipos que alcanzan velocidades de red de hasta 1200Mbps en la banda de 5GHz y 574Mbps en la banda de 2,4GHz.
Routers para Gaming
Los gamers son quienes más invierten en equipos de alta tecnología y la conectividad para jugar en red no es algo que se queda atrás. Un nanosegundo puede ser la diferencia entre ganar o perder un torneo. Por ello fabricantes como TP-Link han diseñado routers que no van a permitir que suceda eso. Un router para gaming es mucho más robusto en espacios pequeños, pero es más complicado replicarlos en varios ambientes como la tecnología Mesh.
Estos routers para gaming son diferentes a cualquier otro por las siguientes características: tienen menos latencia (es decir, menos retraso en la comunicación de la red); envían y reciben datos simultáneamente a través de diferentes bandas y canales lo que aumenta el rendimiento y mejora la estabilidad; por lo general traen más antenas para evitar interferencias y tener conexiones más potentes; por último algunos de los nuevos routers ya son compatibles con versiones más recientes de WiFi, lo que permite incrementar velocidades.