Por: Manuel Mandujano.
Referente a la salud de los trabajadores en la empresa, abunda más la literatura del impacto de la falta de ella (enfermedades, ausentismo, agotamiento, deserciones, conflictos interpersonales…), que el efecto positivo de su plenitud (buen humor, concentración, sano rendimiento, gusto por el trabajo, creatividad…).
Incluso, a la salud ocupacional suele definirse por su aspecto negativo: el sobrehorario, el exceso de tareas y la privación del sueño que ocasionan fatiga patológica.
Es además frecuente que a esa salud se anteponga “el estrés ocupacional” (cuando no el “psicotrauma ocupacional”), denominación que se da al malestar y a las enfermedades ocasionadas por las tareas y las organizaciones donde se trabaja.
La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) enfoca sus objetivos en las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo que “causan un profundo sufrimiento y la pérdida de gran número de vidas humanas, y su costo económico es elevado”, como se lee en sus documentos de estrategia.
Aún más, la OIT reconoce que “la sensibilización del público en general respecto de la seguridad y salud en el trabajo tiende a ser muy escasa. Con demasiada frecuencia no se le asigna la prioridad que se merece. Esta situación debe cambiar, y es preciso también fomentar y acelerar la adopción de medidas, tanto en el plano nacional como internacional”.
Cierto, debe cambiar por iniciativa del “público en general”, los empleados, y de las empresas.
Estilo de vida
La salud es una consecuencia de un estilo de vida, señala Alberto Orlandini, médico y psiquiatra originario de Argentina, en su libro El estrés. Qué es y cómo evitarlo. El estilo de vida idóneo se cultiva actuando sobre los siguientes aspectos:
- Esquema de horarios de trabajo, ocio y sueño. “El horario ideal y saludable resulta el de ocho horas de trabajo, ocho horas de tiempo libre dedicados al cuidado de la salud, el amor, la familia, la amistad, el juego, la recreación y la cultura; y ocho horas de sueño”.
El suficiente tiempo de sueño según patrones personales lo clasifica en tres categorías: durmiente breve (de 4 a 6 horas), durmiente promedio (de 6 a 8 horas) y durmiente prolongado (mas de 9 horas) - Programa de ejercicios físicos
- Programa dietético
- Desaliento de consumo de fármacos automedicados, drogas, alcohol y tabaco
Del programa de ejercicios físicos, tema central del reportaje “Industria de tecnología en forma”, Orlandini señala que “la forma física optima alcanzada mediante el ejercicio, reduce la sobre activación endocrina y simpática del sistema del estrés, que se manifiesta por la disminución de la frecuencia cardiaca, la presión arterial, el nivel de lípidos plasmáticos, y el aumento de la circulación coronaria y de la inmunidad”.
A la inversa, “parece probado que el sedentarismo incrementa el riesgo de la obesidad, las complicaciones de la diabetes y de las enfermedades cardiovasculares”.
Carga física
Para subsanar el sedentarismo, el mismo autor indica aumentar la carga física en personas sedentarias: mantenerse parado y no sentado, la utilización de escaleras en vez de ascensores, caminar durante las pausas de trabajo, dar paseos a pie y no utilizar trasporte para cubrir pequeñas distancias. Les aconseja como ejercicios óptimos la marcha, la carrera, el ciclismo, etcétera, practicados de manera sistemática.
Por donde se vea, estilo de vida es acción. La salud es acción.
Precisamente, el reportaje referido se ocupa de enfocar el potencial escondido en cada músculo de los directores y de los trabajadores en las empresas de tecnologías de información.
Las muestras confesas de ese potencial están dichas en voz de sus actores, seis directivos practicantes de deportes o del ejercicio físico.
Ejemplo arrastra.
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