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Por qué el CIO de hoy será el CEO de mañana

En un mundo marcado por la tecnología pervasiva (accesible a todo el mundo) y una tremenda generación de datos, el CIO se encuentra en una posición de privilegio para transformar la innovación en una mejora continua de las operaciones.

Como afirman los cánones, el camino hacia el despacho del CEO pasa por saber gestionar las operaciones y la innovación. La visión y la capacidad de ejecución resultan clave para poder apuntalar el éxito y el crecimiento de cualquier compañía. Aquellos que deseen ascender a los puestos más altos han de saber transformar la visión en innovación y guiar las operaciones de su organización para monetizar la información y ganar cuota de mercado. En un mundo marcado por la tecnología pervasive  y una tremenda generación de datos, el CIO se encuentra en una posición de privilegio para transformar la innovación en una mejora continua de las operaciones.

La transformación de las operaciones de negocio

En la mayoría de las empresas el CIO está pilotando una rápida digitalización de las operaciones tanto internas como externas. Si echamos un vistazo a la historia de numerosas empresas, es evidente que los CEOs más poderosos han recurrido siempre a la tecnología para poner tierra de por medio frente a la competencia. La automatización de la producción en las fábricas (la introducción de la cadena de montaje y de las máquinas industriales) es sólo un ejemplo de cómo la tecnología puede reducir el coste marginal de producción, lo que revierte en una bajada de los precios y, por consiguiente, en un aumento de las ventas. La digitalización de los procesos de negocio tendrá en las empresas el mismo efecto profundo que en su momento supuso la automatización para las fábricas. Si bien, el cambio más importante tendrá lugar con respecto a las aplicaciones denominadas de “customer facing” (cara al público), de las que el CIO podrá sacar mucho partido.

La optimización de los procesos de negocio

Hace 30 años todo responsable de operaciones que se preciara debía leer el libro “El reto: un proceso de mejora continuo”. Este escrito les enseñó las claves para optimizar los procesos de fabricación y erradicar ineficiencias, y les ayudó a identificar los cuellos de botella en todas las fases del proceso y a eliminarlos de manera sistemática. Los encargados apuntaban los datos en sus cuadernos y empleaban fórmulas científicas para analizar los datos y optimizar el rendimiento. Recientemente ha trascendido que el CEO de Amazon, Jeff Bezos, ha pedido a sus directivos que lean este libro. ¿Por qué es tan relevante? Porque la metodología para identificar eficiencias en cada proceso sigue siendo la misma ayer y hoy. La diferencia estriba en que la cantidad de datos a tratar en cada fase es actualmente mucho mayor. Al igual que la invención del microscopio permitió a la sociedad médica afrontar descubrimientos históricos, los sensores ponen en nuestras manos volúmenes inmensos de datos, que abren el camino de la optimización de procesos hacia una nueva fase de innovación. Y es el CIO el que debe gestionar todo el ciclo de vida del dato, desde su captura hasta el proceso final de optimización.

La transformación de la innovación

La digitalización de las operaciones de “customer facing” conduce hacia lo que algunos denominan el “kanban” del cliente. Kanban es un sistema de gestión creado por Toyota para que cada fase del proceso de fabricación fuera transparente para todos los empleados implicados. Se fomentaba una mayor innovación entre los equipos, ya que todo el mundo conocía de manera inmediata cualquier aspecto relevante relacionado con el proceso. Infundir el mismo nivel de transparencia en la gestión del ciclo de vida de atención al cliente agiliza la generación de ideas, el testado de productos y el escalado de las historias de éxito. De nuevo, este proceso depende de manera indiscutible de la habilidad del CIO para institucionalizarlo, incentivando el uso de la tecnología.

En este artículo he empleado muchas analogías con la industria de la fabricación. Y el motivo radica en que muchos de los actuales CEOs provienen de aquellas décadas en las que las cadenas de montaje mecanizadas empezaban a ver la luz. Si bien, hoy día el CIO influye en la mayoría de los procesos operacionales. Por todo ello considero que el CIO de hoy será el CEO de mañana.

Por: Miguel Reyes,  Vicepresidente de Information Builders para Latinoamérica y EMEA Sur

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Written by Guillermo A. Mata

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