Internet ha transformado la vida de cientos de millones de personas y de miles de empresas de todos los sectores en el planeta, pero sigue siendo una dimensión desconocida para muchas personas que no encuentran alternativas de ingresos bajo los modelos tradicionales y que podrían encontrar en la Web su fuente no sólo de supervivencia, sino también de riqueza.
La gran mayoría de usuarios de internet se limita a usar el correo electrónico, la mensajería instantánea, el buscador de Google, el sitio de videos YouTube y sitios de noticias y entretenimiento.
Un buen número de estudiantes empieza a aprovechar la Web para su educación, pero pocos la están aprovechando para hacer negocios personales, incrementar las ventas de las empresas o crear nuevos emprendimientos.
¿Es difícil hacer negocios en Internet y hacerlos sostenibles en el tiempo? No es tan fácil como se suele ver en las noticias de personas que se hicieron millonarias en cuestión de meses, y exige creatividad e innovación permanentes, pero tampoco impone tener posgrados en Europa ni contar con experiencia de muchos años.
Internet no sólo es un mundo que ofrece pocas barreras de inicio para un emprendedor o para una empresa, sino que también permite acceder fácilmente a mercados internacionales.
Éstas son las diez pautas para iniciar un negocio en línea y no morir en el intento:
1. Una idea.
Si la idea es innovadora y creativa, mucho mejor, pero estas condiciones no son imprescindibles: basta con que responda a necesidades concretas y aporte una propuesta de valor real para personas reales.
Internet es un canal con un alcance sin precedentes, pero no se debe perder de vista que la interacción final se hace con personas de carne y hueso, con intereses y necesidades legítimos. Se debe considerar cuál será el rol de la red para el desarrollo de la idea de negocio, pues hacer negocios en la Web no consiste en contar con un lindo sitio web, sino en tener una propuesta de valor canalizada a través de Internet como plataforma.
2. Investigación de mercados.
No hay que dejarse llevar por la emoción si se cree que hay una buena idea y tres amigos le han pronosticado el éxito. Antes de hacer inversiones o tomar decisiones conviene dedicar un tiempo para investigar el mercado –si habrá demanda para el nuevo producto o servicio, si los precios son razonables, si la idea ya ha sido desarrollada por alguien y qué competidores locales y globales existen, entre otros aspectos–.
3. El plan de negocios en línea.
Escribir un plan de negocios parece ser un asunto para expertos, y si la idea es muy buena, parecerá una tarea innecesaria o aburrida. Sin embargo, vale la pena dedicar tiempo a esta labor: si las empresas que ya existen tienen y actualizan sus planes de negocios, ¿cómo no hacerlo para un proyecto nuevo? Este documento será el mapa de navegación, o la hoja de ruta, que guiará al emprendedor en aspectos como la estrategia de negocios, la fuente de ingresos, los mercados potenciales y las acciones de mercadeo y comunicación.
4. La base tecnológica del negocio.
Arrancar un negocio y enviar correos con la dirección de un servicio gratuito de correo disminuye la imagen corporativa. Invertir en software de productividad para editar textos, hojas de cálculo y presentaciones puede ser costoso. Manejar una cuenta de mensajería o videoconferencia personal no dará la sensación de seriedad.
Pero tener todo esto para un proyecto o una empresa de la manera tradicional –comprando servidores y computadores, instalando software y actualizaciones, implementando soluciones de seguridad informática y contratando personal técnico, entre otros– resulta demasiado costoso, exigente y, con frecuencia, frustrante.
Para esta necesidad, Google ofrece un servicio gratuito para entidades educativas y para empresas con menos de 50 usuarios.
5. El sitio web.
Con todas las bases de negocio y técnicas listas, es la hora de aterrizar: el sitio web debe nacer. Se debe tener en cuenta que el sitio no es el objetivo del negocio, sino el medio –o uno de los medios– para hacer el negocio una realidad.
El diseño del sitio web es importante; pero, más que la estética, tal como un edificio debe tener cimientos sólidos. Así que antes de contratar a un diseñador o una empresa de diseño, se debe escoger una plataforma web flexible, tecnológicamente segura y confiable, y preparada para que el sitio web crezca en tamaño y funciones –comercio electrónico, videos, foros, blogs, etc.– cuando el negocio lo exija.
6. Una nueva fuente de ingresos.
De acuerdo con la idea inicial, el plan de negocios y los productos y servicios que se ofrecen, habrá una fuente de ingresos principal. En algunos casos, por ejemplo cuando el proyecto consiste en generación de contenidos o creación de comunidades, ofrecer publicidad dentro del sitio web, que se convierta en una nueva fuente de ingresos, puede ser una buena alternativa (en otros casos no será conveniente; es importante analizar los pro y contra de presentar anuncios de terceros).
7. El tráfico.
Una variable directamente asociada al éxito del negocio en línea es la cantidad de visitantes y usuarios que tenga. ¿Cómo atraerlos frente a la gran cantidad de sitios web? Aquí los buscadores web, como Google, cumplen un rol clave, por lo que la optimización del sitio web (SEO: Search Engine Optimization) para que aparezca en los primeros resultados de búsqueda es fundamental.
Además, para atraer potenciales clientes se deben utilizar plataformas de publicidad en línea que promocionen el sitio tanto en buscadores como en blogs, sitios de noticias y sitios web en general.
8. Camino a la exportación.
Si en la idea inicial o en el plan de negocio no se estableció que el mercado potencial va más allá de lo local, cualquier momento será oportuno para mirar más allá de las fronteras aprovechando el alcance global de Internet, que permite no restringir el negocio a una geografía o un idioma.
9. Afinar, experimentar, mejorar.
Experimentar y hacer pruebas permanentes a bajo costo o a costo cero es una de las grandes ventajas de la Web, pues en el mundo offline esto resulta muy difícil y costoso. Con el sitio web, que es una de las bases del negocio, se pueden hacer, por ejemplo, pruebas con distintas páginas de destino para los anuncios publicitarios para medir cuáles crean más ventas o visitas efectivas.
10. ¡Medir, medir y medir!
Si hay algo que diferencia a Internet de los demás medios de comunicación es su capacidad de medir. Con herramientas simples y gratuitas, como Google Analytics, se pueden conocer con datos reales y precisos cuáles son las fortalezas y debilidades de un sitio web a partir del comportamiento de los usuarios.
Con estas herramientas se puede conocer qué contenidos funcionan mejor, qué páginas son más leídas, qué productos o servicios son los más visitados, de dónde provienen las visitas, cuánto tiempo duran los visitantes en determinadas páginas del sitio, entre muchos otros datos.
Google posee varias herramientas para llevar a cabo el desarrollo del negocio web, entre ellas: su buscador, Google alerts, Google AdSense, Google AdWords y Google Translate.