El presidente de Anatel, Joao Rezende, dijo que aquellas personas que desean viajar al Mundial de Fútbol 2014 en Brasil no podrán usar la tecnología inalámbrica más moderna y de uso generalizado en Estados Unidos y Europa. Además, señaló que el espectro de 700 MHz no estará listo para el gran evento futbolístico, pero los turistas podrán comprar chips de tecnología inalámbrica de cuarta generación (4G) que funcionarán en la banda de 2.5 GHz de Brasil o tendrán que usar un servicio más lento.
La incertidumbre sobre la disponibilidad de la red inalámbrica ahonda la gran preocupación sobre la organización que también recibió críticas por la lentitud de las inversiones en transporte y los incumplimientos en los plazos de entrega de los estadios.
En junio de 2012, Brasil licitó los derechos para las operaciones 4G en el espectro de 2.5 GHz, con el requisito de que la nueva tecnología esté disponible en las ciudades sedes del Mundial y de la Copa Confederaciones que se realizará este año, y a la que considera un ensayo general para el Mundial.
Algunos analistas del sector esperaban que Brasil liberara la frecuencia de 700 MHz para los teléfonos móviles a tiempo para la llegada de los fanáticos, porque los smartphones diseñados para una frecuencia 4G no siempre operan con otra, lo que forzará a los usuarios a conformarse con la cobertura 3G.
“Las personas terminarán comprando un chip aquí”, dijo Rezende. “Sin contar con las transmisiones corporativas, el consumidor promedio evitará el roaming. La barrera no es tecnológica, es financiera”.
El portavoz de la FIFA Walter de Gregorio afirmó que la infraestructura de telefonía móvil era una de las principales preocupaciones antes del magno evento futbolístico. “Uno de los grandes desafíos que veo son las telecomunicaciones. Confiamos en lo que dicen y lo que dicen es que estarán listos”, señaló.