En el año 1962, Los Supersónicos ya preveían la presencia de robots en nuestras vidas. Sus coches ya eran inteligentes, planeaban la ruta y volaban. En 1989, El Dr. Brown y Marty McFly (Volver al Futuro, 1985), ya vivían un 2015 con comandos de voz, anteojos inteligentes, teleconferencia y control de gestos. Arthur C. Clark ya predecía la utilización de tabletas para la lectura de su saga 2001: Odisea del Espacio; originalmente, el visionario autor le llamó Newspad y era utilizado por los personajes para actualizarse con el noticiero en vez de leer diarios de papel.
Sociedad – La vida cotidiana más inteligente
Muchos otros inventos de la ciencia ficción se volvieron realidad, porque surgieron de un concepto común: en el futuro, la vida cotidiana es más inteligente. Los cajeros automáticos evitan las filas en los bancos y muchas operaciones ya se pueden hacer vía Internet. Algunos hospitales están equipados con sistemas de datos compartidos de historiales clínicos, lo que facilita y agiliza el análisis y el diagnóstico médico.
Sensores de movimiento activan funciones en computadoras, videojuegos y hasta en smartphones. Estaciones de servicio saben lo que un conductor necesita; y muchos automóviles equipados con matrículas especiales no necesitan parar en los peajes o en los estacionamientos para efectuar el pago.
Tecnología y Economía evolucionaron juntas
Todas las aplicaciones de inteligencia de la actualidad, desde las puertas automáticas hasta los relojes que monitorean el ritmo cardiaco, respetan una ley creada en 1965 por Gordon Earl Moore afirmando que el número de transistores en un chip duplica en promedio a cada 18 meses, manteniendo el mismo (o menor) costo y el mismo espacio. Con esta ley, el ingeniero norteamericano revolucionó la industria de tecnología.
“Pero sería reduccionista tomar su afirmación de forma literal, teniendo en cuenta apenas el número de transistores. El efecto de su ley va más allá: el procesamiento de información por los chips aumenta 100%, es decir, la tecnología se vuelve doblemente más eficaz a cada ‘generación’. Sin embargo, la relación costo es inversamente proporcional: más transistores, más eficacia y menor costo. Y como resultado de un procesamiento cada vez más avanzado, la industria puede desarrollar nuevos productos y servicios que los consumidores desearán tener”, explica Steve Long, Presidente de Intel para América Latina.
La observación de Moore, publicada por primera vez en un reportaje del 19 de abril en la Electronics Magazine, ha dictado el ritmo de la innovación en la industria de la informática desde entonces. La incapacidad de producir innovación para el mercado consumidor ha resultado en la pérdida de importantes marcas globales, ya que la competencia trabaja para entregar la inteligencia del futuro. En otras palabras, una dinámica económica se ha establecido en la industria, posicionando la innovación como fundamental para la competitividad.
“Por ese motivo, un error frecuente es pensar en la Ley de Moore como una aplicación exclusiva del mercado de computadoras. Los procesadores de silicio se aplican a una gran variedad de productos: smartphones, relojes, anteojos, joyas, prendas de vestir, electrodomésticos, videojuegos, automóviles y sistemas de seguridad”, señaló Long.
Entre los servicios, el poder de procesamiento está en supermercados, bancos, hospitales, restaurantes, aeropuertos, en la validación del acceso al transporte público, data centers – todo lo que se conecta por medio de computación en nube, del Big Data y todas las demás soluciones para tecnología corporativa que promueven el procesamiento de millones y millones de datos en menos de 1 segundo. Esto representa la base de la economía digital de hoy en día.
Como ejercicio, considerando apenas el mundo de las computadoras, con la Ley de Moore podemos afirmar que todo aquello que computa, lo hace mejor con la tecnología de última generación. Una de las primeras súper computadoras de la historia, la Cray-1, de 1976, podía realizar 160 millones de operaciones de puntos flotantes por segundo (flops, por sus siglas en inglés), y tenía 8 megabytes de memoria. “Las computadoras personales más básicas de la actualidad pueden realizar más de 10 operaciones de flops en un segundo y tienen 100 veces más de memoria. Llevó menos de 50 años que las tabletas, notebooks, dispositivos 2 en 1, All-in-Ones, NUCs y mini PCs presentaran una eficacia infinitamente superior que las primeras computadoras. Y, seguramente, ya no ocupan una sala entera”, aseguró Long.
La Ley de Moore también tiene importancia en la vida cotidiana. El primer teléfono móvil, por ejemplo, el Dynatec, creado en 1974, tenía 25 cm de largo y 7 cm de ancho. Su peso superaba el de todos los modelos actuales: 794 gr, mientras que la batería duraba apenas 20 minutos. Esa novedad costaba 4 mil dólares. Actualmente, además de ser más livianos y más finos, táctiles y más inteligentes, los smartphones son 10 veces más baratos.
Otro ejemplo: cuando una persona necesita retirar dinero del banco de forma rápida, el cajero automático es la tecnología más utilizada. En la mayor parte de los países de América Latina, hace cerca de 30 años las operaciones bancarias se hacían exclusivamente en el banco, con la presencia del titular de la cuenta. El primer cajero automático llegó en 1983. Hoy es posible verificar un extracto, pagar diversas cuentas, transferir dinero, pedir préstamos y colocar crédito en los móviles pre-pagados, todo vía Internet.
Tecnología e internet: puntos clave de esta historia
Internet es un capítulo importante en la historia de la tecnología, y un catalizador fundamental de la Ley de Moore. Hace 15 años, pocas personas y compañías en toda Latinoamérica tenían acceso en casa. Actualmente, el acceso está generalizado no solo en puntos determinados, sino también en dispositivos móviles – la movilidad ha proporcionado que las personas estén conectadas e informadas a cualquier hora y en cualquier lugar.
La era de la información generó una demanda creciente debido a equipos conectados a Internet y, de forma integrada, servicios que facilitan la vida diaria, desde la comunicación básica hasta la gestión de compromisos profesionales o personales y el entretenimiento. Tantas conexiones alimentan la nueva tendencia que es el Internet de las Cosas.
Son muchos avances sociales basados en el incremento de los canales de comunicación. El acceso se vuelve más económico, e incluso gratuito, para diversas comunidades alrededor de todo el mundo.
El Futuro
En 2019, 11,500 millones de cosas estarán conectadas a la red, según el estudio de Cisco® Visual Networking Index™. Actualmente hay un poco más de 3 mil millones de habitantes con acceso a Internet en el mundo. Es decir, las proyecciones apuntan hacia un futuro en el que el número de conexiones con Internet será aún mayor que el número de personas vivas. Esto significa que las personas están conectadas cada vez desde más lugares, desde los equipos personales más clásicos y hasta en los “wearables”. Los “dispositivos vestibles” son lo más reciente en el mundo de la tecnología.
Moore no podía asegurar que su observación estaría vigente por mucho tiempo, pero hace 50 años, la Ley de Moore era un principio del liderazgo en la industria, de la eficacia en los negocios y, aunque la mayoría de las personas nunca haya visto un procesador, continúa creando lo increíble.
Datos Curiosos de la Ley de Moore
Tres años antes de ser el cofundador de Intel, Gordon Moore hizo la observación de que los transistores –los componentes fundamentales del microprocesador y de la era digital– disminuirían sus costos y aumentarían su rendimiento a un ritmo exponencial.Ni siquiera él se imaginaba que en 1965 había tenido una idea que cambiaría al mundo, que sería conocida como la “Ley de Moore”, y que conduciría durante –al menos- la mitad del próximo siglo a un proceso tecnológico transformador.
LOS AUTOMÓVILES:
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- Si la eficacia del combustible de un automóvil mejorara en igual proporción, una persona podría fácilmente conducir durante toda su vida el mismo vehículo con sólo un tanque de gasolina. ¿Un coche nuevo, a comienzos de sus 40 años? ¿Tal vez necesite sólo un cuarto de tanque de gasolina?
- De acuerdo al ritmo de disminución de los transistores, su coche sería del tamaño de una hormiga; y usted podría llevar varios neumáticos de repuesto en el bolsillo de su camisa.
LA CONSTRUCCIÓN:
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- Si un rascacielos disminuyera su precio al ritmo de la Ley de Moore, una persona podría comprarlo por menos del costo de una PC actual. ¿Una supercomputadora en el Penthouse de cualquier persona? Y si los rascacielos aumentasen en altura al ritmo de la Ley de Moore, serían 35 veces la altura del Monte Everest.
- Si los precios de las viviendas disminuyeran en la misma proporción que los transistores, una persona podría comprar una casa al precio de un caramelo. ¡Qué Dulce!
LOS VIAJES AÉREOS:
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- El programa espacial Apolo para llevar humanos a la luna costó USD 25 mil millones. Si los precios disminuyeran al ritmo de la Ley de Moore, actualmente el programa costaría casi lo mismo que un pequeño avión privado.
- La travesía a la luna en 1969 llevó tres días. Si la Ley de Moore se aplicara a los viajes espaciales, el transcurso tomaría ahora un minuto.
- Y un vuelo de Nueva Zelandia a Nueva York terminaría en el tiempo que tarda en abrocharse el cinturón de seguridad. ¿No hay maníes en este vuelo?
Muchos dispositivos que la gente usa a diario funcionan con microprocesadores constituidos por transistores. A medida que estos dispositivos han reducido drásticamente los costos y han aumentado en rendimiento y eficacia energética, gracias a la Ley de Moore, se han convertido en una parte indispensable de nuestras vidas. Teléfonos y relojes se han vuelto inteligentes, y los coches se han convertido en computadoras itinerantes.
- Si un teléfono Android** basado en Intel se fabricara utilizando la tecnología de 1971, sólo el microprocesador del teléfono sería del tamaño de un estacionamiento. Intente tomarse una Selfie con eso.
- Comparado al primer microprocesador de Intel, el Intel® 4004, los procesadores de 14 nm de hoy ofrecen 3.500 veces el rendimiento, a 90.000 veces la eficacia energética y en 1/60 milésimos el costo.
La Ley de Moore es una aspiración, no una ley de la naturaleza, y ha sido posible gracias a un ejército de personas empujando a las leyes fundamentales de la física. Hoy en día, las fábricas de Intel producen más de 10 mil millones de transistores cada segundo, lo que impulsa a los dispositivos impresionantes que satisfacen las necesidades de miles de millones de personas en todo el mundo.
- Los primeros transistores semiconductores eran del tamaño de una goma de borrar de la punta de un lápiz. Como resultado de la Ley de Moore, más de seis millones de transistores tri-gate de hoy podrían caber en el punto final de esta frase.
- Los transistores de hoy son invisibles a simple vista. Para ver un único transistor, tendría que ampliar un único chip al tamaño de una casa.
Hoy en día, el espíritu dominante de la innovación desatada por la Ley de Moore continúa transformando no sólo la industria de la tecnología, sino el mundo. Creadores jóvenes, inventores deseosos, científicos y médicos ambiciosos, entre otros muchos otros aspirantes, seguirán asombrando al mundo con ideas y avances que hoy ni siquiera podemos imaginar.
*NOTA A PIE DE PÁGINA: Intel introdujo el primer microprocesador del mundo, el 4004, en 1971. Para ilustrar el poder de la Ley de Moore, compare ese chip antiguo con el actual procesador Intel® Core™ i5.
Intel, el logotipo de Intel y Core son marcas de comercio de Intel Corporation en los Estados Unidos y en otros países.
**Otros nombres y marcas pueden ser propiedad de otros.