Por José F. Otero, presidente, Signals Telecom Consulting
La saturación de los mercados tradicionales de los operadores de telecomunicaciones, la convergencia de servicios y el deseo de los gobiernos de incrementar los accesos y cobertura de banda ancha son algunas de las razones por las que los gobiernos de América latina y el Caribe están mirando con sumo optimismo la concesión de licencias de espectro radioeléctrico dirigido a la implementación, principalmente, de UMTS/HSPA y WiMAX. Signals considera que la asignación óptima de este recurso escaso debe girar en torno a tres ejes esenciales: los sistemas de entrega, las pautas de cobertura y los tiempos de despliegue que se imponen como límite para el lanzamiento comercial de los servicios.
La experiencia reciente indica que la adopción de una política de asignación de espectro centrada en maximizar la remuneración monetaria, en lugar de requisitos de cobertura e inversión, muchas veces es contraproducente. Esto se debe a que si el precio mínimo es excesivo, como ha sido el caso del costo de US$ 120 millones por 30 MHz en la franja de 1,9 GHz impuesto en Venezuela, esto puede forzar a operadores nacionales, en este caso Digitel, a decidir no participar del proceso, situación que coloca al operador en desventaja frente a Movilnet y Movistar Venezuela.
Signals resalta que uno de los mayores peligros que afrontan los entes reguladores de la región es que una licitación sea declarada desierta al no generar interés de nuevos actores, o que el ganador de una licencia no sea capaz de ofrecer servicios comerciales con el espectro adquirido. Esto se puede dar principalmente por varias razones:
– Demoras en el proceso de otorgar nuevas licencias permitiendo a los operadores ya establecidos incrementar su posición en el mercado por medio de estrategias agresivas de adquisición de clientes.
– Distribución geográfica de las concesiones que permite a las empresas interesadas seleccionar sólo aquellas regiones con un mayor ingreso per capita y/o mayor densidad poblacional.
– Otorgar licencias a operadores que carecen del capital necesario para financiar el despliegue de infraestructura que permita el lanzamiento comercial de servicios.
Entre los ejemplos que ilustran lo mencionado anteriormente se encuentran los atrasos en la liberalización de los mercados de telefonía móvil de Costa Rica, Surinam y Bahamas, o el del gobierno argentino para reasignar el espectro devuelto por Movistar luego de la compra de Movicom. En contraste, Signals considera que el requisito de las autoridades brasileñas de “atar” la atractiva licencia de IMT-2000 de la ciudad de São Paulo con las de la región norte de Brasil buscaba evitar la falta de interés por parte de los operadores en adquirir ancho de banda IMT-2000 en los estados de Amazonas, Amapá, Pará, Maranhão y Roraima y, a su vez, los fuerza a cumplir con los requisitos de cobertura del nuevo espectro adquirido.
Finalmente, la falta de financiamiento es también un grave problema para los entes reguladores que han visto cómo empresas con dificultades para encontrar financiación han atrasado, limitado e incluso anulado despliegues de infraestructura a través de toda la región. Los ejemplos son innumerables: el antiguo Smartcom en Chile, Solutrea en Jamaica, Alegro en Ecuador, LaqTel en Trinidad & Tobago, Midicel en México, CaymanOne en Islas Caimán, ICMS en Surinam, el antiguo Digicel DHL en El Salvador o la operación móvil de Sunbeach en Barbados.
Signals resalta uno de los grandes peligros que enfrentan los reguladores es el de adjudicar una concesión de espectro y que el concesionario no lance en corto plazo servicios comerciales. Los casos de Telmex México, Wiiscom en Barbados y Embratel en Brasil son sólo algunos de los que se pueden mencionar en relación a las bandas de 3,4 GHz que, luego de varios, años finalmente, según declaraciones de estas empresas, comenzarán a ser comercializadas para servicios al mercado masivo y PyMES durante 2008. Algo similar ocurre en Colombia con las denominadas licencias WiMAX, donde existen más de 20 concesionarios de 58 licencias aunque sólo Avantel Colom Los servicios que pueden prestarse sobre la concesión del espectro son otro elemento fundamental de la regulación.
Limitar la oferta puede atentar contra la agnosticidad tecnológica que defienden la mayoría de los entes reguladores. Signals considera que este acercamiento por parte de los entes reguladores se basa históricamente en intentos por maximizar el número de concesiones como también el dinero que se recauda de las mismas. Sin embargo, es deseable un acercamiento como el de la Autoridad de Administración del Espectro de Jamaica, donde se
Una de las principales dificultades del marco regulatorio regional es que muchas leyes existentes no contemplaban al momento de ser aprobadas los cambios tecnológicos que se han producido en el sector. Por ejemplo, dependiendo del marco legal un operador de móvil puede ofrecer servicios de valor agregado, como TV móvil, sin entrar en dilemas sobre la prestación de contenidos.
Además, existe una asimetría en cuanto a las obligaciones legales que poseen los operadores al ofrecer servicios dentro de franjas de espectro específicas del mercado, sin importar que se estén utilizando las mismas tecnologías para hacerlo.
El caso referente es la diferencia entre los requisitos para operadores “celulares” y los existentes para operadores “PCS”. En el caso de espectro de microondas, mayormente las bandas denominadas para licencias “WiMAX”, uno de los principales desafíos de los reguladores es cómo ajustar los requisitos de servicio para estas licencias si han sido otorgadas en dos momentos distintos. Por ejemplo, las licencias en espectro WiMAX otorgadas a principios de la década no contemplaban la movilidad.
Signals considera relevante evitar la errónea tendencia de aislar un servicio a las franjas comúnmente denominadas como de “WiMAX”, “PCS” o “3G”, sobretodo cuando estas prestaciones técnicamente pueden implementarse en distintas bandas.
La diferencia de bandas en el espectro radioeléctrico tiene un impacto en el área de cobertura de la radio base y las economías de escala que pudiese tener la tecnología, pero no impide el despliegue de una tecnología específica. Por ejemplo, se puede observar que mientras Telebucaramanga en Colombia ofrece servicio limitado de WiMAX en 5,8 GHz, TeleBarbados lo hace en 3,5 GHz y OneMax en República Dominicana en 2,4 GHz. Signals resalta que desde octubre de 2007 la UIT considera a WiMAX como una tecnología 3G.
Signals considera importante que los reguladores eviten la asignación arbitraria de frecuencias, como sucedió con las licencias nacionales de WiMAX en Colombia, a menos que se cumplan requisitos mínimos de cobertura y comercialización de servicios a zonas geográficas que carecen de los mismos lo que podría hacerse utilizando parte de los fondos de servicio universal del país. El espectro radioeléctrico es un activo finito de los gobiernos que puede acelerar la llegada de servicios de telecomunicaciones a zonas rurales o de bajo poder adquisitivo. Sin embargo, es importante entender las limitaciones que la oferta tecnológica para estas bandas posee, sobretodo cuando compiten en accesos de banda ancha con alternativas cableados como el DSL, la fibra óptica y el cable modem.