El viernes se conoció que el jurado, integrado por nueve miembros, deliberó por tres días la decisión de fallar a favor de Apple por violación “intencional” de Samsung de seis patentes de tecnología y diseño.
Según expresó en el jucio la compañía “en lugar de innovar y desarrollar su propia tecnología y un estilo único de Samsung para sus productos de teléfonos inteligentes y las tablets, la empresa eligió copiar la tecnología de Apple, la interfaz de usuario y el estilo innovador de estos productos“. De igual forma, la empresa probó cómo los diseños de la surcoreana cambiaban a medida que Apple innovaba, y como ejemplo mostró el iPhone 3G, lanzado en junio de 2009, y el Galaxy S i9000, lanzado en marzo de 2010.
Pese a que el veredicto está todavía siendo leído en una corte federal de San Jose, California y no se sabe certeramente cuáles serán las decisiones legales, si se conoció que el jurado no encontró que Apple violara patentes de estándares inalámbricos de Samsung, por lo cual anunció que la compañía no deberá pagar ninguna compensación.
La surcoreana expresó frente a la decisión del jurado que “no debe ser visto como un triunfo de Apple, sino como un problema para el consumidor en los Estados Unidos ya que tendrá un menor número de opciones, menos innovación y por ende precios más altos”.
Asimismo, el sábado después de conocer el veredicto Samsung reveló que apelará el fallo que lo obliga a pagarle a Apple.