Con una inversión de USD 300 millones, Hewlett Packard (HP) lanzó su nueva línea de servidores ProLiant Gen8, que busca disminuir los costos en la gestión de los centros de datos.
Voceros de la compañía aseguraron que la misma invirtió más de US$300 millones durante un período de más de dos años en el proyecto Voyager, que dio como resultado más de 900 patentes procesadas y una nueva arquitectura de sistemas que bautizaron como HP ProActive Insight, y que abarca toda la infraestructura convergente de HP.
De acuerdo con la firma, esta tecnología busca disminuir el costo en las operaciones manuales para el soporte de servidores, al triplicar la productividad de los administradores eliminando la mayoría de las operaciones manuales tales como las actualizaciones, que típicamente toma unas cinco horas del tiempo de un administrador por rack de servidores.
Al mismo tiempo, HP incorpora la tecnología 3-D Sea of Sensors, que identifica los servidores sobreutilizados, basado en datos en tiempo real tales como ubicación, potencia, carga de trabajo y temperatura, incrementando la capacidad de computo por watt de energía en un 70%.
Otra de las innovaciones es que cuenta con un sistema de monitoreo, diagnóstico y soporte proactivo, que le permite a los clientes resolver la inactividad no programada hasta un 66% más rápido.
“El creciente costo de las operaciones en el centro de datos es insostenible y las empresas están consultando a HP para que las ayude a resolver este problema”, afirmó Mark Potter, vicepresidente senior y gerente general de servidores estándar de la industria y software de HP.
Según datos revelados por HP, la nueva línea de equipos ya fue probada en más de 100 datacenters reales y promete acelera la implementación de aplicaciones y mejora el periodo de actividad al automatiza las tareas manuales.
Asimismo, la compañía señaló que mejora el rendimiento de almacenaje de información y una adaptación en tiempo real para optimizar el rendimiento y eficiencia del sistema, así como el sistema entrega, que prácticamente duplica el cómputo por watt y permite ahorrar hasta US$ 7 millones en costos de energía en un centro de datos típico a lo largo de tres años.