De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), nuestra región es uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo, lo que convierte a la industria alimentaria en un sector clave para el crecimiento de la región1.
Hoy, la industria está atravesando un momento de transformación, debido a la globalización y a la digitalización de procesos y servicios; algo que se ha visto intensificado aún más por COVID-19.
Y es ahí donde las tecnologías de vanguardia como Cloud, IA y Blockchain pueden ayudar a transitar este camino, fortaleciendo las cadenas alimentarias de principio a fin y a abordar 3 desafíos clave derivados de dicha transformación: 1. Sustentabilidad; 2. Eficiencia y 3. Nuevas formas de consumo.
- Sustentabilidad: Tener una agricultura y cadena alimentaria sustentable implica el uso racional de los recursos como el suelo, el agua y los insumos, para mejorar la calidad ambiental y la calidad de vida de los productores y la sociedad. Esto nos lleva a mirar a tres pilares clave para la sustentabilidad de la industria alimentaria: el cambio climático, la escasez de recursos y la pérdida de alimentos.
Por ejemplo, el sector agrícola y, especialmente, la agricultura de riego utiliza la mayoría del agua, con un 70% de las extracciones2. Ante esto, tecnologías como la inteligencia artificial están transformando la industria, ayudando a la evaluación de suelos, planificación de riego y control de químicos, haciendo más eficiente el uso de los recursos y reduciendo impacto medioambiental.
- Eficiencia: La industria alimentaria es un sector que cuenta con muchos actores que hacen parte de su ecosistema, con procesos asociados que se multiplican, a medida que se expande la red. El reto estaría en optimizar esos procesos teniendo en cuenta tres factores clave: una buena planificación sobre la demanda para una población en crecimiento, la seguridad alimentaria, y el impacto económico.
Por ejemplo, se estima que del 30 al 40% de las cosechas se pierden cada año por diversas razones, incluyendo: la enfermedad de los cultivos, no optimización de la producción y una mala estimación de la oferta3. Todo ello, con el consecuente impacto económico. La utilización de la nube y sus APIs puede ayudar a las organizaciones a planificar mejor su producción, optimizar el uso de recursos y escalar soluciones de forma rápida y ágil, reduciendo los costos asociados.
- Nuevas formas de consumo: las tendencias de consumo para las próximas décadas requerirán una mayor flexibilidad para adaptarse a los usuarios, y aún más, en la ‘nueva realidad’, con unos usuarios hiperconectados; un aumento de las compras ‘ecofriendly’; y las nuevas modalidades de compra derivadas del impacto de COVID-19, entre otros.
9 de cada 10 millennials latinoamericanos tiene presente el impacto ambiental por lo menos en alguna de sus decisiones de compra4. La tecnología blockchain puede ayudar a las empresas y organizaciones, a digitalizar y aumentar los niveles de confianza en todo el ecosistema. Esto se consigue a través de la transparencia en tiempo real de las transacciones; mostrando el recorrido que han realizado los alimentos del campo a la mesa, y da visibilidad a la información sobre las prácticas de sostenibilidad de las marcas.