Después de vivir una crisis a los pocos meses del lanzamiento de la consola, en marzo del año pasado, y de tener pérdidas netas de aproximadamente 70.200 millones de yen (unos 926 millones de dólares), la compañía reveló que en Estados Unidos logró vender en un año 4,5 millones de unidades de Nintendo 3DS.
La compañía, que ha sido durante 30 años la empresa más importante en vídeojuegos, se vio olbligada a tomar medidas urgentes sobre la poca acogida del aparato, pues estaban confiados en que traería grandes exitos debido al efecto 3D sin gafas que deslumbró a los asistentes del evento, pero desilucionó por completo la poca duración de la batería y su escandaloso precio. Gracias a la estrategia de Nintendo en cortar rápidamente el precio de 3DS $ 249.99 a $ 169.99, produjo en la compañía su anuncio a los pocos meses de que las ventas subieron un 260 por ciento tras el corte.
“Nintendo 3DS cierra su primer año con una larga lista de logros, pero todavía estamos en el comienzo. Con un catálogo masivo de juegos propios, de terceros y una librería de opciones de entretenimiento, Nintendo 3DS tiene un futuro“, dijo el presidente de Nintendo para América, Reggie Fils-Aime.
Además de esta buena suerte, en cuanto al software, más de 9 millones de juegos han sido vendidos, ayudando a la plataforma de generar $ 1,2 mil millones en ventas totales, y de estar a unas cifras de alcanzar a Japón, país en el que después de ser lanzada a finales de febrero de 2011 ya se han vendido 5 millones de consolas.