Intel, con problemas ante un mercado de computadores personales en reducción, cerrará su planta de ensamblado y prueba en Costa Rica, y eliminará 1.500 empleos, según informó un portavoz de la compañía estadounidense.
El plan para cerrar la planta, que contribuye de manera significativa a las exportaciones de Costa Rica, sigue a otras medidas anunciadas por la empresa este año para reducir el gasto mientras intenta crecer más allá de los computadores hacia el mercado móvil. “Durante los próximos dos trimestres, Intel trasladará el ensamble y pruebas desde Costa Rica a sus otras instalaciones”, explicó el portavoz Chuck Mulloy. La compañía tiene plantas similares en China, Malasia y Vietnam. Aun así, Intel continuará empleando a unas 1.000 personas en el país centroamericano.
El presidente electo del país centroamericano, Luis Guillermo Solís, se reunió con ejecutivos de la firma norteamericana para dar a conocer los detalles de la decisión que tiene lugar precisamente cuando Costa Rica atraviesa serios problemas fiscales y de generación de empleos. Solís indicó que los directivos de Intel le dijeron que la decisión tiene que ver con nuevas condiciones del mercado mundial y no guarda relación con la situación del país. “La decisión adoptada en nada guarda relación con la elección del nuevo Gobierno costarricense o de las condiciones del mercado nacional como potencial espacio para las inversiones externas”, dijo el mandatario costarricense.
En enero, Intel había anunciado que reduciría su fuerza laboral global de 107 mil empleados en aproximadamente un 5% a lo largo de este 2014.