Fundador y director general de VGDNA México y Centroamérica, SC (www.vgdna. com). MBA con experiencia en estrategia de negocios desde 1985 |
“Toma tu trabajo seriamente. A ti mismo, no tanto”
Alan Weber
La terrible alternativa del director general en las empresas es: Dirigir los destinos de la compañía (o de una de las áreas) u operar el negocio, que es lo que ha hecho durante la mayor parte de su trayectoria laboral.
En esta ocasión, hacemos énfasis en la función directiva en las empresas (algunas no actualizadas en los últimos diez años), incluyendo a sus directivos; y en dilucidar hacia dónde deben de dirigir sus esfuerzos los directores, iniciando por supuesto en una actualización de los aspectos administrativos, económicos, tecnológicos, políticos y social críticos a considerar.
Planteamos cuatro elementos importantes en la dirección y gestión de empresas:
- La alineación de la estrategia con la operación, lo que nos indica qué tan distante está la operación de la estrategia definida.
- La planeación estratégica de las empresas (o de macro áreas), la que se realiza por periodo de tres o más años y se revisa anualmente, cuando la empresa es muy grande.
- La definición y sistematización de los procesos críticos de la empresa, basados en la cadena de valor, y dónde se fundamenta la generación del valor que paga el cliente.
- La formulación adecuada y revisión periódica de los planes anuales, alineados a las líneas estratégicas de la empresa, y que son el eje de la actuación operativa de las áreas y donde se producen los bienes y servicios que definió la empresa.
Estos cuatro elementos están incluidos y forman parte de la Metodología para el desarrollo de negocios alternativos (M-DNA) y son aspectos fundamentales que trabajamos con nuestros clientes, ya que, aunque se conocen, regularmente no están en la prioridad de los directivos en las empresas.
En este sentido, de los proyectos en que hemos participado durante los últimos treinta y seis meses, hemos recabados las cifras que se presentan en la siguiente tabla:
Nota. Estas cifras se tomaron con una base de 23 empresas de diferentes sectores y 76 directores (generales y de área), considerando que un directivo en promedio dedica 2,000 horas hombre a su función por año.
Cuando analizamos estas cifras nos damos cuenta que en promedio le dedicamos solo el 4.8% de nuestro tiempo a actividades que como directivos nos demandan casi un 20% (19.5% para ser exactos); es decir, le dedicamos menos de una quinta parte a actividades críticas en nuestro actuar como directivos.
La pregunta importante es ¿en qué se refleja esta falta de atención directiva? Es relativamente simple de indicar, pero drásticamente impactante en el resultado de nuestro negocio: áreas que no funcionan adecuadamente, exceso de trabajo operativo que se refleja en baja rentabilidad o pérdida, y requerimiento de más plantilla de la necesaria que, por no tener los procesos adecuados, llega a ser superior al 33%.
En resumen, el resultado es una pobre actuación de nuestras empresas y el mantener comprometidos los activos del negocio a las inclemencias de las condiciones económicas.
Efectividad y rentabilidad
¿No sería más efectivo y rentable para nuestras empresas dedicarle el tiempo a las actividades importantes? ¿Es tan grave dedicar un 15% más de los que hacemos a las actividades de rumbo y planeación?
En conclusión, y hablando de empresas y entre empresarios, existen hoy día muchas actividades que, si dejamos de hacer como directivos, nos costará menos la operación; por supuesto que debemos entonces contratar personal que opere. No será tan caro como abandonar actividades importantes.
¡Los invitamos a reflexionar sobre el deber ser del directivo!
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