Autor: Jesús Maximoff
Muchas cosas cambiaron desde mediados del 2008 a causa de la crisis financiera mundial. En América Latina, dejarán de existir 2.4 millones de empleos, reveló el informe Panorama Laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los acuerdos de reducción salarial y de la jornada de trabajo ya son una realidad común en la región.
En lo relativo al crecimiento económico, se pasará de 4.6% en 2008 a 1.9% en este año, según la OIT.
Ante esos hechos, ¿hay alguna estrategia que minimice los efectos de la recesión económica en naciones latinas o que fortalezca a los países de una forma que palien los efectos de la crisis?
A continuación examinaremos algunos informes e iniciativas que muestran cómo invertir en tecnología de la información y la comunicación, en ámbitos como las pequeñas y medias empresas, el desarrollo de la banda ancha y la tecnología aplicada a la educación puede ser un camino de salida a la crisis.
Actualmente, cerca de 30 países poseen programas de estímulo, con el objetivo de lograr la estabilidad económica y crear o mantener empleos, que totalizan una inversión de US$ 2.9 billones.
Diversos países ya han adoptado inversiones en banda ancha y otros han anunciado planes de Internet de alta velocidad, independientes de cualquier otro plan del gobierno, como es el caso de Estados Unidos, Alemania, Australia, Francia, Hungría, Irlanda, Japón y Corea del Sur.
Investigaciones desarrolladas por institutos estadunidenses establecen una fuerte relación entre la banda ancha y la generación de empleos; entre ellas podemos citar: “Effects of Broadband Deployment on Output and Employment” (Efectos del Desarrollo de la Banda Ancha en la Producción y en la Generación de Empleos, realizada por el Instituto Brooglings) y “The Economic Impact of Stimulating Broadband Nationally” (El Impacto Económico de Estimular la Banda Ancha en el País, desarrollada por la ONG Connected Nations).
Los estudios realizados mostraron una correlación de hasta 0.3% de empleos generados para cada 1% de crecimiento en la penetración de la banda ancha. 7% de crecimiento en la penetración de la banda ancha implica un impacto económico positivo de US$ 134 millones, además de la creación o conservación de 2.4 millones de empleos (impacto económico de US$ 92 millones por año) y la reducción de US$ 662 millones en los costes de salud.
Los estudios también concluyen que en cuatro años los empleos generados exceden 43% de las inversiones en banda ancha.
Todas esas inversiones y resultados impactan también en la estructura empresarial de la región. Según el estudio “Upgrading to Compete” (Mejorando para competir), de C. Pietrobelli y C. Rabellotti, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo en 2006, las pequeñas y medias empresas (PyME) representan 95% de los 17 millones de compañías existentes en América Latina y juntas generan cerca de 50% de los empleos en la región.
O sea, se trata de un área vital para invertir, no sólo para mantener los empleos, sino también para hacer viable su continuo crecimiento.
Desgravan tecnología
Algunos ejemplos mundiales apuntan el éxito de iniciativas gubernamentales a favor de las PyME. En Australia, el gobierno anunció que las empresas nacionales tendrán reembolso de impuestos cobrados sobre una computadora personal para su compra o instalación (también se anunció el estímulo para computadoras dirigidos a usos educativos).
En Vietnam, el gobierno redujo de 10% a 5% el impuesto y eliminó las tasas para todos los productos de tecnologías de la información. Se adoptaron subsidios para los préstamos, manteniendo los intereses a 4% para los destinados a negocios (liquidez, producción e inversiones en infraestructura).
Por todos estos datos y resultados basados en experiencias anteriores, es posible afirmar que aquéllos que están invirtiendo en este momento conseguirán, estratégicamente, salir de la crisis más fuertes de lo que estaban cuando en ella entraron.